Artículo publicado en El Sur el 8 de octubre del 2008
Acapulco
Manuel Añorve definió que el futuro era el terreno ganador de la contienda electoral del PRI que
lo llevó a asumirse como un alcalde que garantizará “tiempos mejores” para Acapulco, mientras que los contendientes
Walton y Sierra se colocaron, sin saberlo, en el pasado, enfrascándose en una lucha que sólo anuló el crecimiento
de Convergencia-Partido del Trabajo y dividió el voto histórico del PRD.
Walton dedicó sus energías en recordar en la primera etapa de
la campaña los malos gobiernos del PRD y después, al revisar nuevas encuestas,
enfocó baterías y atacó al PRI. Gloria
Sierra se lanzó amorosamente a los brazos de Zeferino Torreblanca sin percibir
que la gente evaluaba mal los desempeños del PRD y sus gobiernos. Añorve se
vacunó de los ataques, etiquetó al viejo PRI, olvidó el pasado, se colocó en el
futuro, sumó a César Flores Maldonado, recobró la confianza de los desganados
priistas, armó una estructura de movilización y ganó.
Héctor Astudillo leyó a la perfección la lectura de los
ciudadanos. 7 de cada 10 estaba decepcionado con el cambio que había prometido
Zeferino y que lo hizo ganar el voto de la capital en el 2005. El terreno
ganador en la que se movió el virtual alcalde fue la continuación del bien
percibido gobierno local del PRI interpretado en el lema: Con Astudillo Avanzamos.
Mientras que Alejandro Mendoza del PRD se puso la soga al cuello al
nombrarse el candidato de la alternancia,
que fue la bandera del 2005 y no la del 2008.
Astudillo siempre fue positivo en su mensaje a pesar de la
guerra sucia cometida contra él. En respuesta el candidato ganador se concentró
en la construcción de un ejército de miles de promotores que peinaron el
municipio con sus propuestas al tiempo que cambió las grandes concentraciones
con recorridos festivos para saludar a la gente en sus hogares. El resultado: ganó en una proporción de tres
a uno.
Alejandro Bravo Abarca armó al interior una estrategia de
alianzas que sumó a las fuerzas del PRD que no lograron la candidatura con Juan
Manual Álvarez Barajas a la cabeza y que rompió a la mitad la fortaleza
electoral del sol azteca. Al exterior
arrebató la bandera de la alternancia al posicionarse con el lema: el Cambio que quiere la Gente y en
cada ocasión decía que había que “sacar a Zihuatanejo del hoyo en el que se
encuentra”. Mientras tanto, el candidato del PRD, Amador Campos, se olvidó
de comunicar propuestas y también dedicó tiempo valioso para descalificar a su
adversario.
Taxco
El candidato perdedor del PAN, Benito García Meléndez, le
rebotó su slogan “Vamos por más” al
no interpretar que los ciudadanos evaluaban mal la gestión del presidente
municipal Ramiro Jaimes Gómez. En la calle la gente le negó su voto al decir
“si claro vamos por más inseguridad, vamos por más violencia”.
Álvaro Burgos aprendió de su derrota electoral del 2005
cuando fue candidato del PRI a presidente municipal de Taxco. Aún cuando hubo
mermas en la contienda interna del PRI, Álvaro Burgos sumó la mayoría de los
grupos locales priistas. También aquí perdió Zeferino Torreblanca porque los
panistas fueron sus más grandes aliados.
Tlapa
El priista Willy Reyes por segunda vez fue candidato y en
esta ocasión ganó en una proporción de dos a uno. La campaña del candidato del
PRI se presentó comunicando un mensaje positivo y exhibiendo la corrupción del
actual alcalde Martín Benítez Flores. El lema de campaña del candidato ganador
fue con Willy gana Tlapa y se creó un
ambiente más favorable para que en su partido ganaran otros candidatos del
tricolor. Lo que el PRI no pudo fue
vencer fueron las inercias de los municipios más pobres de Guerrero como
Metlátonoc, Malinaltepec y Cochoapa.
Claves de la Elección
Demasiados conflictos internos en el PRD. La percepción
negativa de los gobiernos municipales perredistas. La sociedad castigó al PRD y
volvió a poner los ojos en el PRI. Como nunca el PRI nacional vino a apoyar al
priismo de Guerrero, mientras que el Comité Ejecutivo Nacional del PRD vino a
Guerrero a traer los conflictos nacionales y a trabarlos con las fuerzas
locales. La guerra sucia sólo ayudó a quienes iba dirigida. En el caso Acapulco
el rompimiento del Frente Amplio Progresista entre el PRD y Convergencia-Partido
del Trabajo, sin duda alguna fue origen del fracaso de Gloria Sierra.
Zeferino Torreblanca abandonó al PRD y la sociedad abandonó a
Zeferino.
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