Thursday, December 19, 2013

DERECHOS HUMANOS

Intervención del Diputado Héctor Apreza Patrón sobre la situación de los Derechos Humanos en el Estado de Guerrero

Chilpancingo, Gro. 17 de diciembre del 2013


Compañeras Diputadas, compañeros Diputados

Hay 3 fechas que no podemos ignorar. Hacerlo… sería lamentable y hablaría mal de nosotros. Las tres fechas son consecutivas. El 10, el 11 y el 12 de diciembre. Todas… tienen un significado muy especial. Más para unos… menos para otros. Y están unidas por un tema común: Los derechos humanos.

10 de diciembre. La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó que sería considerado el Día Mundial para recordarnos algo natural al ser humano, que toda persona posee, por sí misma, una grandeza tal, que su dignidad constituye un valor trascendente del que brotan derechos innatos, universales e inalienables: Los Derechos Humanos.

¿Cuáles son estos derechos? El derecho a la vida, a la propia identidad.

El derecho a la integridad física, psíquica, moral y patrimonial de los seres humanos; el derecho a la salud, a la seguridad, a un trato justo, a que tengamos las personas lo necesario para conservar y desarrollar la propia existencia y alcanzar nuestra plena realización.

También está el derecho a la libertad de conciencia, de pensamiento, de religión, de residencia, de tránsito y de acción.

Ahora preguntémonos. ¿Cuántos de estos derechos, que en el discurso bonito decimos que vamos a respetar y hacer respetar, son quebrantados… todos los días, en todos los lados, y por todos nosotros?

¿Tenemos algo que celebrar, cuando se pisotean todos los días los derechos humanos? ¿Qué hicimos como autoridad en Guerrero para celebrar el 20 aniversario de este mandato de las Naciones Unidas? ¿Qué acciones de promoción y de protección de los derechos humanos tuvimos ese día?... Ninguna.

11 de diciembre. Fallece Don Juan Alarcón Hernández. Primer ombudsman de los derechos humanos en México, incluso antes de que iniciara sus funciones la CNDH. Fundador de la CODEHUM y su presidente durante 23 años.  

Si algo distinguió a Don Juan fue su alto sentido humano y la defensa tenaz y permanente, aún a costa de su integridad personal, de los indígenas, de las mujeres, los trabajadores, los campesinos, los discapacitados, a la comunidad lésbico gay.

A todos les tendió su mano protectora. Nada tachó su trayectoria. La rectitud, la honorabilidad y la convicción fueron siempre su carta de presentación. Y se entiende porque tuvo tantos reconocimientos y condecoraciones en vida. Porque dedicó su vida a la promoción de la dignidad humana en un estado al que, desgraciadamente le falta mucho para alcanzar el pleno respeto a los derechos humanos.

Por esa razón sería muy lamentable, que en el proceso de determinar quién llenará el vacío que deja Juan Alarcón, haya factores políticos y partidistas que vulneren el eje rector que guía una institución apartidista y apolítica.

Hagamos el mejor homenaje a Don Juan garantizando en este congreso lo que el Abogado dijo apenas unos días antes de morir: Que un ombudsman que no es autónomo…no es ombudsman.

Elijamos al mejor. Que la persona elegida sea políticamente neutral. Que su actuación sea independiente de toda presión parlamentaria o gubernamental.

Que sea capaz de concretar primeramente, el pleno respeto a los derechos humanos, que son los inherentes a nuestra propia naturaleza. El derecho a la vida, la integridad física, a la seguridad, etc.

Y haga suyos la defensa de los derechos a la paz, al desarrollo, a un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado y el derecho a ser y a pensar diferente.

12 de diciembre. Es quizás, la antítesis de los días que acabo de mencionar.  Lo opuesto a los derechos humanos. El día que nos hizo recordar, que falta mucho por alcanzar el goce efectivo de los derechos más elementales del ser humano, que es su dignidad.

Las tres muertes, la de los estudiantes Alexis Herrera Pino y de Gabriel Echeverría de Jesús, así como la muerte heroica del trabajador de la gasolinera, Gonzalo Miguel Rivas Cámara, ocurrieron en un contexto en la que fueron vulnerados 4 derechos: el derecho a la vida, el derecho a la justicia, que no llega, el derecho a la reparación del daño.

Y el derecho a que no vuelva a suceder.

El 12 de diciembre es sin duda una fecha trágica e imborrable, que algunos quisieran olvidar y que otros se encargaran de que no se olvide lo que pasó.

Todavía falta mucho por alcanzar en el disfrute de la dignidad humana.

Los tres niveles de gobierno, todavía no nos han hecho saber, que están haciendo para que no se repita lo del 12 de diciembre de 2011, que medidas, que programas, que ajustes institucionales se están haciendo para que no suceda algo similar y que de esa manera la impunidad no prevalezca.

Diputadas y diputados

Los hechos ya referidos, los crímenes contra líderes sociales, las detenciones de integrantes de las policías comunitarias y los llamados a la rebelión y al enfrentamiento, generan mucha tensión y nos preocupan.

Son hechos que se alejan del compromiso --que se hizo-- de llegar a la reconciliación, a través de investigar los crímenes de lesa humanidad del pasado. Si no se ha tenido capacidad de llegar a la verdad de las muertes de los líderes sociales de los últimos años, ¿cómo podremos llegar a la verdad del pasado? Simplemente me quedo sin respuesta.

En Guerrero, persiste una violencia estructural, una violencia histórica, una violencia que pareciera de Estado, que solamente podremos terminar, si nos decidimos, a que cada uno de nosotros, hagamos lo que nos corresponde:

Que el Ejecutivo del Estado construya el Plan Estatal de Derechos Humanos y que lo eche a andar. Ya lo comprometió con el representante en México de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Javier Esteban Hernández, y esperamos que así sea.

Que en esta LX Legislatura nos comprometamos a que las violaciones a los derechos humanos sean correctamente tipificadas en el Código Penal del Estado.

Que la desaparición forzada, la tortura y los ataques a los periodistas y medios de comunicación, queden debidamente establecidos en el código  penal.

Finalmente, que iniciemos un proceso de reconciliación social profundo que tenga tres elementos:

1.  Lograr pleno reconocimiento de los agravios causados desde el poder.

2.  Establecer el compromiso real de que nunca vuelvan a suceder estos aberrantes crímenes con acciones legislativas, políticas y administrativas.

3.   Establecer nuevas relaciones de convivencia social que bajen el alto nivel de conflictividad en el estado.

Y quiero terminar con un verso de Jaime Sabines…que dice:

El crimen está allí, cubierto de hojas de periódicos, con televisores, con radios, (con banderas de izquierda).

Habría que lavar no sólo el piso; la memoria.
Habría que quitarles los ojos a los que vimos, asesinar también a los deudos, que nadie llore, que no haya más testigos.

Pero la sangre echa raíces y crece como un árbol en el tiempo.

La sangre en el cemento, en las paredes, en una enredadera: nos salpica, nos moja de vergüenza, de vergüenza, de vergüenza.

Las bocas de los muertos nos escupen una perpetua sangre quieta.


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