¿REFORMAS PARA QUE?

Gobierno y oposiciones están sumados en el congreso federal con una mayoría constitucional, que terminaría con años y años de reformas detenidas y adelantar por fin una agenda de cambios de fondo que le permitan a México generar el millón de empleos formales que se requieren anualmente y alcanzar un crecimiento vigoroso.

Ya les quedó claro a los líderes de los partidos y a las bancadas en el congreso, que lo cambios estructurales no son una opción, sino una necesidad. Y se arremangaron las camisas para ponerse a trabajar  y lograr que México crezca seis puntos del Producto Interno Bruto al año. Y ahí van.

Primero, se pusieron de acuerdo los partidos, bancadas y gobierno en el Pacto por México, concentrándose en las coincidencias y acordando un programa de reformas. Segundo, fueron planteando las primeras iniciativas: La reforma educativa y la de telecomunicaciones.  

Después, vendrá el Acceso Universal a los Servicios de Salud, el Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza, los acuerdos para el crecimiento, el empleo y la competitividad, las medidas para transformar el campo en una actividad más productiva, entre otras.

Pero nada atraerá más interés y debate que la reforma fiscal y la energética. Y de materializarse las reformas estructurales y cambios que se han definido, el país podría crecer a tasas superiores de 5% o 6% en los próximos años.

¿Y que tiene que hacer México para lograrlo? Bueno, hay que mejorar el marco del Estado de derecho y de aplicación de la ley, generar certidumbre legal, ampliar los niveles de crédito, tener mejor capital humano para la productividad del país con mejor educación. Y si no lo entendemos, estaremos fritos y sin ninguna esperanza para que nuestros hijos puedan tener las oportunidades que tal vez, por ahora, no tiene la actual generación, de la cual formo parte y tú.