Sunday, February 23, 2014

PISA




¿Qué es PISA? Bueno, es una evaluación que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en 65 países para medir lo que pueden hacer los estudiantes de 15 a 16 años con lo que saben de matemáticas, ciencias y lectura. Y en México, se aplica este examen desde el año 2003. ¿Y qué creen? Guerrero fue el estado que tuvo el peor desempeño en dicha prueba.

Y como dice el dicho: “Nos fue como en feria”. De los seis niveles de medición que tiene PISA, de más a menos, nuestro estado está situado en el 1 y debajo del uno; esto es, que nuestros estudiantes tienen serias dificultades para acceder a estudios superiores y desarrollar las actividades que exige la vida en la sociedad del conocimiento.

Los chavos tienen un conocimiento científico tan pero tan limitado, que sólo pueden aplicarlo a unas pocas situaciones que les sean familiares. Por este motivo, el reto al que nos afrontamos es enorme, que sería injusto que sólo fuera responsabilidad exclusiva del gobierno y del sindicato de maestros.

Todos tenemos una responsabilidad por la educación de nuestros hijos. Y todos somos todos: Familia, gobierno, maestros, sindicatos, iglesias, universidades.

Y podemos empezar por lo más sencillo: Que los maestros falten menos a dar clases, que haya menos huelgas y paros, que las familias apoyen a sus hijos, que los maestros se preparen más y mejor y que las escuelas no les falte lo necesario.

Y lo más complicado, que esa sí es responsabilidad de los gobiernos es formar a los futuros ciudadanos en habilidades en áreas claves como lectura, matemáticas y ciencias.

           

DISCULPAS

Dicen, que después de la tormenta, viene la calma. Pero en Guerrero, este dicho tan popular y sabio, simplemente…no se aplica. A casi 5 meses, que cayera sobre nosotros, el peor fenómeno meteorológico en la historia del estado de Guerrero…la tragedia sigue.

Ahora, ya nos son las precipitaciones, que inundan los hogares de miles de familias guerrerenses, ni deslaves que desaparecen a pueblos enteros… Lo que se abate sobre nosotros, es la negligencia humana…que es mil veces peor. Y ésta no se oculta, ni se diluye…con el favor de una renuncia. Ni con los enredos verbales con los que se atora el contralor.  Aquí, lo único que sí vale…es que se aplique la ley, simple y llanamente.

Si con las investigaciones que se realizan, existen elementos para fincar responsabilidades penales…no hay ningún motivo para darle vuelta al asunto. Lo que se trata… es lavarle la cara a un estado, que quedó ensuciado por funcionarios deshonestos e insensibles que se alejaron de la ética de la responsabilidad.

Que echaron a perder cientos de víveres, que se pudrieron y terminaron siendo alimento…no para las familias que todavía los necesitan…pero sí para las ratas…¿Que pensaran los miles de mexicanos que compraron víveres para donarlos, con la certeza de que llegarían hasta su destino?  

¿Qué dirán los niños? que les pidieron a sus padres que no dejaran de comprar en los supermercados alimentos, agua embotellada y medicinas para llevarlos a los centros de acopio. ¿Cómo podremos ahora recuperar la confianza de los mexicanos?...si todavía leemos que en Guerrero nos justificamos y minimizamos los hechos. ¡Por favor!  No se puede defender lo indefendible. En este caso, no se puede argumentar nada, que no sea…el pedir perdón y aplicar la ley.

Pedir perdón, porque no fuimos consecuentes con la generosidad del pueblo mexicano. Pedir perdón, porque miles de guerrerenses están --en estos momentos-- al borde de la hambruna y de la crisis alimentaria, ya que se perdieron miles de hectáreas de cultivo de temporal.

Pedir perdón, porque nuestro estado fue el primero en la república, donde se anunció la Cruzada Nacional contra el Hambre.

Ahora, a quienes tienen la responsabilidad delegada por un pueblo soberano, es pedir perdón y rectificar cuando se mete la pata. Lo que pasó con el asunto de las despensas, va mucho más allá, que castigar a unos malos, pésimos funcionarios. En este penoso tema, se debe profundizar en las investigaciones, no delimitarlo en uno, dos o tres almacenes únicamente.

¿No será que lo encontrado fue solamente la punta del Iceberg? ¿No habrá otros que guarden en sus casas más despensas echándose a perder, o que estén esperando a utilizarlas con fines políticos y electorales?

Este penoso tema, no termina enjuiciando a unos, con la firme vara de las leyes. Aquí, lo hay que enjuiciar, es a todo un sistema de complicidades e impunidades que lo permite. A un sistema que no es transparente, ni rinde cuentas a nadie. Aquí, lo que hay que hacer, es como vamos a impulsar los cambios legislativos, políticos, legales y administrativos para evitar que nunca más se vuelvan a repetir actos tan ruines como el que nos ocupa.

Aquí, lo que se trata, es como vamos a cambiar al individuo que movido por intereses, por ambiciones o por ignorancia, hace cosas tan detestables y condenables. Y cuando lo hayamos logrado, podemos decir con convicción, que hemos transitado a nueva etapa en la historia de Guerrero.


Sunday, February 16, 2014

NADA



Antes de terminar su gestión, los ahora ex consejeros del Instituto de Transparencia del Estado de Guerrero se auto asignaron jugosos bonos de un millón de pesos cada uno. ¿Y porque lo hacen? Simplemente, porque nadie les dice nada.

Al DIF Guerrero se le echaron a perder cientos de despensas destinadas a los damnificados de la tormenta Manuel. Y otra vez ¿Por qué pasó esto? Muy fácil, porque nadie supo nada…hasta que se metieron a la fuerza a los patios de la institución y lo descubrieron todo.

Un trabajador del Congreso se atreve a festejar con una pachanga su cumpleaños en el recinto en la que los diputados sesionan. ¿Y? Pues que al muy campante nadie le dijo nada.

¿Nos vamos a conformar con el dicho aquel de que en Guerrero no pasa nada?



Sunday, February 09, 2014

ADRIANA



Encerrada entre cuatro paredes, Adriana Manzanares Cayetano pasó injustamente 7 años, 2 meses y 3 días en el CERESO de Chilpancingo, Guerrero, acusada y sentenciada a purgar 22 años por el delito de aborto. Ahora, libre con el clásico “usted disculpe” de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,  todos quieren entrevistarla, conocerla y solidarizarse con ella. Y me pregunto: ¿Quién la visitó cuando estaba en la cárcel? ¿Quién se preocupó por sus hijos que estaban en Ayutla?

Quienes sí lo hicieron, fueron la Clínica de Interés Público del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y el Centro Las Libres de Guanajuato que interpusieron un juicio de amparo ante el máximo tribunal para que atrajera el caso y resolviera su inmediata libertad. De la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Secretaría de la Mujer…ni sus luces.

La historia de Adriana dejó al descubierto que dé al tiro estamos muy mal. Y lo que más me impresiona…es el silencio de las autoridades. Nadie ha dicho que esta boca es mía. Ni que lecciones debemos aprender para que esto no vuelva a ocurrir nunca más. Es más, estoy convencido que la indígena guerrerense no es la única mujer que está recluida en algún penal del estado por un amañado proceso judicial.

¿Qué debería seguir? Primero, que la Corte resuelva que las autoridades competentes deberán reparar el daño causado con una indemnización económica. Segundo, que el marido y el padre sean acusados por el maltrato físico y psicológico infringido por tres meses y que finalmente provocó que la madre abortara. Tercero, que los que participaron en la agresión tumultuaria sean juzgados. Y cuarto, castigar al Ministerio Público que fue testigo del linchamiento y no le concedió el debido proceso a la inculpada.
      
De las cuatro propuestas, la única que veo posible en el corto y mediano plazo es que la Suprema Corte ordene la reparación del daño y que la autoridad responsable cumpla a regañadientes. De las demás, simplemente se archivarán en el abultado expediente de la impunidad.