Monday, November 25, 2013

REVOLUCIÓN



Ayer, en la terminal camionera estaba con mi hijo Max, a la espera de una voz que anunciara la salida del autobús a Cuernavaca. Mientras tanto, veía que había en el lugar algo así como unas 15 personas, todas, no miento, mantenían la cabeza agachada viendo su teléfono celular inteligente. Entonces, me dije que estaba presenciando una revolución en marcha. El futuro ya llegó.

No cabe duda, que esta revolución silenciosa está tocando a todos en la sociedad. En la sala había una mayoría de jóvenes, pero había personas mayores y niños también. Y algo que me llamó la atención es que todos parecían de distintos niveles económicos. Y a todos los unía un aparatito, sin importar si tienes o no el dinero para comprarlo.  

Eso que llaman tecnologías de la información ya modificó la manera en que las personas vivimos, nos comunicamos, nos divertimos, aprendemos y trabajamos. La sociedad está cambiando a pasos agigantados por el frenético crecimiento que tiene internet que al vincularse con el celular inteligente causa una verdadera revolución, de la que no podemos perder de vista ni mucho menos alejarnos.

Tal vez no sea la panacea que cure todos nuestros males, pero puede ser un medio útil para hacemos más iguales entre nosotros y acercarnos hasta el punto más lejano del planeta. Quien iba a pensar que me convertiría en fan de un grupo de post rock de Islandia llamado Sigur Ros.

Hoy las nuevas palabras son conectividad, innovación y creatividad. Lo decía el maestro Rafael Tovar y de Teresa, que el uso que hacemos de estos aparatitos nos está dando nuevas estructurales culturales, que en consecuencia, pueden desarrollar en nosotros nuevas estructuras sociales y económicas.

¡Y ahí está el meollo del asunto! Las nuevas tecnologías nos permiten vencer los límites del espacio y del tiempo para despertar la creatividad de nuestra gente. Los estudiantes no pueden venir a justificarse que un maestro da mal su clase, cuando pueden tener un tutorial en youtube sobre el tema hasta comprenderlo.


Ya no se les puede engañar a los campesinos, si conocen los pasos para acceder a un crédito y tener mercados, sin caer en las manos de los intermediarios. Y así, puedo seguirle. La cosa es entender que todos podemos potenciar las grandes capacidades, los talentos escondidos y despertar la productividad de toda una sociedad.

Saturday, November 16, 2013

LIDERAZGO


A propósito de la nota Huerfanito, que muchos comentarios generó entre la clase política, le pregunte a varios militantes priistas, que era más importante en el partido: ¿los liderazgos o las corrientes? Y todos coincidieron que lo segundo, que los grupos internos han sido un factor en la fuerza histórica del PRI, que para ser candidato había que estar bien con los grupos. Porque de lo contrario, es difícil que seas postulado. Y claro nadie lo niega, menos yo. Ocurre en el PRI y en otros partidos.

Sin embargo, un partido político, que aspire a ser competitivo, que recupere espacios perdidos y conserve los que tiene, debe multiplicar los liderazgos y no a fortalecer a los grupos internos. Los líderes son formadores de grupos. Y los grupos no precisamente son formadores de líderes. Me explico: un grupo al interior de un partido ya lo encabeza un líder, por lo que se reduce la posibilidad de que formen nuevos líderes bajo el mismo grupo.

Ya lo decía uno de los ideólogos más importantes que ha tenido el PRI, que un partido, que lo sea realmente, reúne tres elementos: 1. Oferta ideológica y pragmática. 2. Estructura…y 3. Líderes, muchos líderes. ¿Y que son los líderes? Son personas que construyen causas, que tiene claridad de dirección, que tienen una visión y se mueven en búsqueda de una promesa de futuro que supere las precariedades del presente, lo que provoca un movimiento de seguidores.

¿Nos vamos entendiendo? Los líderes tienen un 100% de integridad y comunica a todos quien es, que piensa, que quiere, que hace. Y en suma, el líder que se alinea perfectamente entre lo que piensa, lo que siente, lo que dice y lo que hace…transforma, construye…y no habrá nadie que se le oponga.

¿Y lo grupos, que son? Los grupos son constructores de intereses, tienen que ver más con el pasado que con el futuro. Los grupos son fuertes por lo que han sido en el pasado. Y los líderes pueden ser poderosos por lo que pueden hacer en el futuro.

Por esa razón creo yo, el PRI no recuperará la gubernatura sólo porque tengamos cuadros capaces y preparados, todo lo contrario, alcanzaremos nuevamente la gubernatura si tenemos un líder que persiga sueños con ideas claras y posibles, que hasta ahorita no veo.

Monday, November 11, 2013

HUERFÁNITO

 
Un amigo me dejó pasmado al decirme que el PRI iba a invitar al senador Armando Ríos Piter a que fuera su candidato a gobernador. Pensé que estaba mal de la cabeza. Pero días después, otro cuate me dijo exactamente lo mismo. Qué curioso, los dos eran priistas. Y contesté a cada uno de ellos, que el PRD iba a postular a un perredista, y que el PRI iba a ser lo propio con un priista, lo que no los dejó satisfecho. Entonces, me convencí que ambos sufrían el síndrome del huerfanito.

A dos años del proceso electoral para renovar al gobernador del estado, veo que en el PRI los militantes no se sienten representados por un liderazgo fuerte; diría que hay una grave ausencia de liderazgos, que nos marquen una visión de lo que debemos construir para bien de la comunidad, que nos inspire a crear un mundo al que queramos pertenecer.

Lo único que veo ahora es a grupos que van detrás del siguiente puesto, que añoran volver al poder perdido y a los cargos públicos. Y sienten que no lo van a lograr con uno de los suyos, y por ello se ven como huérfanos y buscan afanosamente al que está más cerca de sentarse en el trono de la gubernatura.

Pero en el PRI, no es el único que se vive el síndrome. Hay una sociedad que también padece esta sintomatología. Que no tiene un líder capaz de marcarnos un camino, que nos diga a donde ir, para no seguir siendo víctima de las circunstancias, que tenga un efecto magnético y que atraiga a muchos de nosotros que queremos que las cosas cambien.  

Y no dejo de pensar… que tal vez todos somos huerfanitos.

Sunday, November 03, 2013

PATISHTÁN




Después de pasar 13 años en la cárcel por el asesinato de siete policías que la justicia mexicana nunca le comprobó, Alberto Patishtán, indígena tzotzil, originario del Municipio de El Bosque de donde era maestro bilingüe, salió del penal de Guasave, Sinaloa, convencido que “desde el primer día que llegué a la cárcel estoy libre… libre en conciencia, y ante los ojos de Dios”.

Patishtán es un ícono de la injusticia en México, víctima de funcionarios insensibles que lo encerraron en una cárcel sin que mediara una orden de aprehensión, que no le aceptaron pruebas documentales y fotográficas que lo situaban en un lugar a distinto a los hechos del 12 de junio del 2000 y la acusación de un testigo que nunca estuvo presente en la emboscada.

Así nomás, como ya es costumbre en todos lados en México, cuatro hombres llegaron por Patishtán, lo subieron a una camioneta y sin orden alguna lo llevaron al Ministerio Público, señalado por supuestamente haber participado en el enfrentamiento donde perdieron la vida los policías. Las peticiones de apelación y amparo presentadas ante la sentencia de 60 años que tenía el maestro tzotzil fueron rechazadas por el poder judicial federal al igual que un incidente de inocencia promovido en el 2009.

Nada de esto le valió. Pasó 13 años en la cárcel por un delito que no cometió, que la justicia mexicana nunca logró comprobar y que tampoco lo declaró inocente. Lo único que lo salvó fue que el Presidente Enrique Peña Nieto le otorgó el indulto al profesor Alberto Patishtán y notificó su libertad inmediata.
 
Sin embargo, la libertad de Patishtán tiene un sabor amargo. El indulto, de acuerdo con lo que es normalmente aceptado, supone el perdón de la pena. Es una situación diferente a la amnistía, que supone el perdón del delito; por el indulto la persona sigue siendo culpable, sólo se le perdona el cumplimiento de la pena. ¿Qué gacho, no? O sea, que para la justicia mexicana sigue siendo culpable. ¡Francamente no entiendo!