Si me preguntaran que le pasa a
nuestro país, sólo diría que México se mueve con el freno de mano puesto.
Porque después de muchos años, existe un entorno mundial que nos favorece y no
lo aprovechamos, a pesar de que mantenemos un equilibrio en las finanzas
públicas envidiables, que el famoso y pujante BRIC que integraron Brasil, Rusia,
India y China se desmoronan, que Europa sigue estancada, y que Estados Unidos
comienza a crecer penosamente.
El mundo ha vuelto sus ojos en
México. Si no, veamos algunos titulares de los medios más influyentes del orbe:
La revista Foreign Affairs nos pone en su portada que “México triunfa”; New
York Times opina que México es la nueva China; el Financial Times de Inglaterra
nos dice que nuestro país es el Tigre Azteca (aunque no haya tigres en México)
y el The Economist habla del “Ascenso de México”.
Todos en el exterior hablan de
México como un gigante que empieza a despertar, pero ¿Que pasa al interior? Hablamos
que la crisis sigue tan pegada a nuestros bolsillos como siempre; que la delincuencia
nos tiene secuestrados; que las diferencias siguen siendo parte de nuestro
carácter y que estamos tan amolados que ya nos acostumbramos.
La actitud mediocre con la nos
movemos, es el freno de mano que no impide despegar. La baja autoestima en la
sociedad reduce la energía para aprovechar el cambio. El conformismo está
inoculado en pueblos y ciudades de México. Hay una clase política que lo único
que le importa es el interés de grupo y personal. En pocas palabras, nos falta
creer en nosotros mismos.
Nos falta abrir los ojos para
aprovechar que nuestro país es ya un gran exportador de manufacturas, que una
reforma migratoria en Estados Unidos potenciaría que los connacionales que
viven al otro lado del Río Bravo envíen más dólares a sus familias en México,
que tenemos un bono demográfico que hay que aprovechar con inteligencia, que
somos parte del bloque económico del Norte de América y que un reforma
educativa podría revertir la pobreza y la mediocridad en México. Lo único que
hay que hacer, es quitar el freno de mano a México.
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